Esta historia puede ser la de tu empresa
Andrés, de la empresa ficticia “Servicios Empresariales Capital” en Chapinero, decidió comprar un computador corporativo para su oficina administrativa. Pagó $2.500.000 más IVA. Al inicio todo parecía sencillo: el equipo llegó, lo instalaron y empezó a funcionar.
A los pocos meses, aparecieron los costos ocultos: un seguro todo riesgo de $180.000 al año, tiempo del área contable para inventariar y codificar el activo, y varias horas en papeleo.
En la mitad del primer año el computador falló. Entre soporte, esperar repuestos y gestionar la garantía, la empresa perdió 3 días de productividad.
Al cierre fiscal, Andrés notó que la compra solo fue parcialmente deducible, que redujo su flujo de caja y ocupó parte del cupo de endeudamiento bancario.
Mientras tanto, su competencia en Bogotá eligió rentar con Lasus. Sin inversión inicial, opera con el mismo computador, seguro incluido en el canon, sin preocuparse por reparaciones ni obsolescencia. Cada cuota fue 100% deducible y al cabo de 24–36 meses simplemente renovó el equipo.
Conclusión
El cliente que compra termina pagando al menos $1.310.000 más en 2 años, además de perder tiempo y productividad. Con renting en Bogotá, el ahorro frente a la compra alcanza aproximadamente un 66.7% en valor presente.